Contaminación mental
Entre los colores de pieles morenas y rojizos puedo ver la hipocresía acrecentada, denoto la frialdad en la mirada hacia los inerme niños con destinos inciertos. Obro callando en voz alta, mas no mis dedos que escriben esta blasfemia a la llamada “cultura” de ellos, mas no la mía, pues no logro encajar en ello, en esa doblez, en esa fantasía al retroceso después de la contaminación de nuestras mentes zoqueanas. Contaminación impuesta, adquirida, añorada en tiempos sombríos, en los tiempos de la propagación de progreso de humo.
